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Primer tiempo: una respuesta táctica correctiva pudo impedir el gol que se veía venir




Los ecuatorianos Jefferson Montero autor, y Antonio Valencia celebran el gol, Felipe Caicedo retorna al medio del campo.


11 octubre, 2013
Selección

El planteo de Tabárez resultó atinado. Similar al desplegado ante Venezuela y Perú los celestes fueron manteniendo el cero en el arco de Muslera. Colombia eligió gestar sus ataques por la izquierda de la defensa. Paulatinamente comenzó a inquietar por ese sector sin que se generara la respuesta táctica correctiva para que Cristian Rodríguez destinara mejores esfuerzos a la contención que arropara a Fucille y no tantos a un intrascendente intento de armar la ofensiva.

Los ecuatorianos Jefferson Montero autor, y Antonio Valencia celebran el gol, Felipe Caicedo retorna al medio del campo.

Los ecuatorianos Jefferson Montero autor, y Antonio Valencia celebran el gol, Felipe Caicedo retorna al medio del campo.

Escribe: Atilio Garrido / Fotografías: Fernando González (desde Quito)

Primero minutos con Uruguay definido en su estrategia. Línea de cinco atrás con Maximiliano Pereira, Gimenez, Lugano, Godín y Fucille. Tres en el medio (Gargano, Egidio y Cristian Rodríguez), con Cavani como cuatro hombre del medio campo más adelanto y arriba Suárez.

Comenzaron bien los celestes, tocando. Una buena incidencia cuando Cavani quedaba en buena posición ofensiva por la derecha, se le escapó por un problema generado por la rapidez de la cancha mojada: rueda con mucha velocidad. Demasiada para controlarla con seguridad.

En una pelota quieta por infracción de Gargano sobre la izquierda surgió un peligroso centro que cayó en el medio del área sin que Muslera abandonara su puerta y ningún zaguero despejara. Se perdió afuera…

Los celestes muestran predisposición a no realizar gastos inútiles de energía corriendo pelotas que saben que no van a alcanzar. Plantados firmes atrás, jugando con calma desarrollan un plan adecuado, donde la figura de Cristian Rodríguez aparece como la más interesante en su rendimiento de contención y proyección. En las intentonas celestes de ataque los defensores ecuatorianos se muestran nerviosos, imprecisos…

De una de esas imprecisiones la pelota derivó en un ataque uruguayo por la derecha. Maximiliano Pereira habilitó a Suárez que maniobró impecable por la derecha, metió el centro rasante y Cavani no llegó por centímetros cuando tampoco lograba contener el golero. La jugada más clara hasta el momento. Diez minutos…

La cancha muy rápida complica a los dos equipos. Se pierden varias pelotas por la dificultad para controlarla. De una de esas imprecisiones entre Cristian Rodríguez y Fucille surgió un córner desde la derecha para Ecuador. Cuando la defensa celeste superaba esa sucesión de centros y la pelota se encontraba lejos del área celeste, una agresión de Lugano a Caicedo observada por el árbitro, no sólo originó la tarjeta amarilla para el capitán, sino también un peligroso tiro libre para Ecuador que Moreno remató afuera. Casi inmediatamente otra pelota quieta a favor de los locales, por una fuerza infracción de Godín, derivó hacia la derecha de la defensa oriental. Suárez peleó y ganó la pelota en el área celeste, salió a toda velocidad hacia al ataque, proyectándose Cavani por el medio y Gargano, sólo por la izquierda, que pedía la pelota a los gritos. Suárez cortó el pase para Cavani y… otra vez la rapidez de la cancha hizo que el esférico se perdiera afuera.

La misma se situación se planteó en la réplica de Ecuador que favoreció la captura de la pelota por parte de Enner Valencia. Se acomodó y sacó un violento remate que salió desviado cuando Muslera se estiraba cuan largo es para llegar al ángulo.

Repuesta la pelota en movimiento, Ecuador reiteró su avance por la derecha –el sector elegido por el entrenador Rueda para forzar los avances-. Valencia limpió a Fucille que quedó en el suelo, mandó el centro y Gimenez conjuró el peligro.

Faltó la respuesta táctica uruguaya para tapar mejor la zona derecha del ataque ecuatoriano. Escribí minutos antes que el técnico ecuatoriano eligió el sector izquierdo de la defensa oriental como zona de gestación de los volantes, apoyado en la capacidad de Antonio Valencia, el jugador del Manchester, y las subidas del lateral paredes, junto con la proyección del otro Valencia, Enner… Así llegó el gol de Ecuador a los 30 minutos. Una pelota en profundidad a la espalda de Fucille, sale Godín que llega antes a la pelota que Antonio Valencia. El esférico estaba a disposición del zaguero del Atlético de Madrid. Godín se confió en lugar de reventarla a la tribuna, Valencia se la robó y se fue sólo por la derecha. Llegó al fondo y mandó el centro rasante como un filoso cuchillo al corazón del área chica. Allí se barrió Montero. Lugano y Giménez no llegaron. Muslera tampoco y Ecuador se puso en ganancia, en el mismo momento que en Puerto Ordaz, los paraguayos daban el batacazo poniéndose en ganancia ante Venezuela. El dolor por el gol en contra resultó menor.

A partir del tanto –ese gran táctico del fútbol- el partido “se abrió”. Uruguay adelantó un poco sus líneas y en el primer ataque quedó en evidencia, una vez más, las flaquezas de su retaguardia. Suárez maniobró por la izquierda dentro del área, se acomodó, sacó el remate de recha en comba y la pelota se fue apenas por encima del horizontal.

Ecuador reaccionó con dos acciones positivas –siempre generadas por la zona izquierda de la defensa oriental-. En una de ellas, dentro del área, se entreveraron Enner Valencia y Caicedo, uno de ellos remató y Muslera encontró la pelota en el medio del arco.

Uruguay respondió con otra acción bien trabajada. Movieron bien la pelota Cavani, Cristian Rodríguez, Fucille, Gargano, culminando la serie de toques para Cavani dentro del área. Maniobró, se metió entre dos zagueros y… se tiró a la pileta buscando engañar al juez con la búsqueda del penal.

Mantuvo esa tesitura el equipo celeste. Suárez –siempre Suárez- generó una infracción en la cercanía del área grande de Ecuador. Sobre la izquierda. Suárez se preparó. Midió el remate y le pegó con toda su fuerza. Abajo. Rastrero. Estaba el empate. La acción defensiva del golero Domínguez permitió en gran esfuerzo, dar rebote enviando la pelota al córner. Córner que no se ejecutó porque el juez brasileño entendió que la etapa llegó a su fin.

Ecuador gana con justicia porque aprovechó el único error defensivo del equipo en el primer tiempo. El cierre atinado de Godín debió culminar con la pelota en la tribuna. Sin embargo, prefirió retenerla ambientando el robo de Antonio Valencia. Hasta ese momento el partido planteado por Uruguay fue atinado. Con papel carbónico, la estrategia utilizada ante Venezuela y Perú, rindió frutos positivos. Los locales no dispusieron de situaciones claras hasta que convirtieron el gol y la defensa del cero en el arco se llevó con éxito.

¿Qué faltó para la etapa no se cerrara sin goles? Creo que una respuesta táctica para mejorar la contención por la zona izquierda de la defensa y la línea de volantes de Uruguay. Fucille que arrancó bien, luego fue desbordado por el 2-1 con el que lo tomaban. La actividad de Cristian Rodríguez –quien también arrancó bien- priorizó más sus esfuerzos en la búsqueda de la proyección al ataque, descuidando la otra cuerda que debía toca. La cobertura defensiva para que los ecuatorianos no “bailaran” a Fucille y encararan a Godín con la pelota dominada y a velocidad.

Quedan 45 minutos de juego. La defensa de Ecuador genera la impresión de ser floja. De contragolpe Uruguay creó dos situaciones claras –cuando se “barrio” Cavani y el remate quieto de Suárez-, además de algunas otras que no prosperaron por la rapidez de la cancha que impidió mejor control de la pelota. Pero… creo que el partido no está cerrado.


Etiquetas: Selección uruguaya