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3 millones con Leonardo Ramos: “Cambiar las condiciones para poder seguir estando a la par de otras selecciones”




Leonardo Ramos, entrenador de Danubio


13 septiembre, 2013
Sin Categoría

Hincha de niño de Danubio (su padre era fanático del club de la franja), Leo Ramos cumplió el sueño de llegar a Jardines del Hipódromo como máximo conductor del plantel de los de la Curva de Maroñas, y ya va por su segunda temporada poniendo al equipo de sus amores en posiciones de punta, para pelear hasta el final los campeonatos de Primera, recuperando esa característica que “el cuadro de los botijas” supo tener desde fines de los ’80.

Su formación profesional -transcurrida en gran medida en Argentina- le marca un perfil personal como entrenador asociado al de Chiche Sosa, Pato Pastoriza, Russo-Manera, entre otros, sin dejar de apreciar la “garra” uruguaya, aunque advierte de “muchas carencias que deberíamos superar”.

Leonardo Ramos, entrenador de Danubio

Leonardo Ramos, entrenador de Danubio

¿Cuándo y por qué decidiste ser entrenador?

Me recibí a los 31 años en Argentina, en plena carrera de futbolista. Decidí ser técnico porque ya veía el fútbol de otra manera, había empezado a mirar más lo específicamente táctico y tuve la suerte de tener en ese momento de entrenador, en Chacarita, al Chiche Sosa, que me invitaba a las charlas semanales que él tenía con el Coco Basile, con Mostaza Merlo, con Bambino Veira y otros técnicos que se reunían todos los miércoles. Empecé a ir a esas reuniones, a charlar con ellos de fútbol y definitivamente me decidí por esta carrera, más allá de que por haber sido capitán en muchos equipos de Argentina notaba que tenía cierta ascendencia sobre mis compañeros y eso también sumó para tener claro que sería técnico.

¿Qué entrenadores influyeron más en tu formación profesional?

Gracias a Dios me ha tocado tener a muchos y a los mejores. Cuando jugaba en Progreso el Cata Roque, Saúl Rivero y el Chongo Escalada que me enseñaron muchísimo; en Argentina Bianchi, Passarella, el Tolo Gallego, Ramón Díaz, Patricio Hernández, el Profe Córdoba, Russo-Manera, Chiche Sosa, Beto Márcico… de todos he aprendido cosas interesantes. Russo y Manera me marcaron como persona y como profesional. Me llevaron a la Argentina y después Miguel Russo también me llevó a España. Me gustó mucho la sabiduría del Pato Pastoriza, a quien también tuve de entrenador y siempre lo he dicho: he tenido un gran técnico que para mí siempre fue un espejo: el Chiche Sosa. Todo lo difícil lo hacía simple, daba muy pocas órdenes, porque en el trabajo ya nos servía todo en bandeja para que cuando entrásemos a la cancha estuviéramos lo mejor posible y yo siempre les comento a mis jugadores que lo que a mí no me gustaba que me hicieran, no lo voy a hacer con quienes tengo a mi cargo. El Chiche Sosa tenía un trato excelente con el jugador.

¿Qué diferencias encontraste en los entrenamientos los distintos momentos de tu carrera de futbolista?

Casualmente esta mañana estuvimos hablando con Diego Perrone, con Marcelo Suárez, con el Apo Yeladian, en una conversación con un médico joven del club y le comentábamos la manera nuestra de entrenar veinte años atrás, subiendo médanos con un compañero a caballito, corriendo por la arena con cubiertas atadas a la cintura, cosas que hoy no se le ocurriría hacer a ningún profesor. Antes, no estando bien físicamente, con las condiciones que tenía un futbolista podía llegar a jugar, hoy se hace muy difícil, es mucho más  físico y de hecho los jugadores son más atletas de lo que eran hace un tiempo, pero no han perdido la categoría ni el buen juego, así que el cambio le dio más fluidez al fútbol.

¿Existe una escuela de fútbol uruguayo? ¿Varias?

Creo que existe la escuela de cada país. Todo el mundo sabe que el Uruguay siempre se caracterizó por la garra, por no dar nunca una pelota por perdida, pero hoy eso mismo lo tienen equipos que antes eran mucho más fáciles de enfrentar; por poner un caso, Venezuela. Hoy cualquiera te corre, cualquiera te presiona y te apura en cualquier lugar del mundo. Acá por el ambiente que hay en la mayoría de los equipos, con muchas carencias, da como para pensar que si el jugador uruguayo tuviera mejores condiciones para trabajar, sería todavía muchísimo mejor. En estos años hubo mejoras en algunos aspectos mientras en otros nos hemos quedado estancados; creo que tenemos que cambiar esas condiciones para poder seguir estando a la par de otras selecciones.

¿Qué importancia le das a la parte teórica de tu trabajo?

La debida. Me gusta mucho hablar individualmente con cada jugador, acerca de cómo se le va a presentar el rival. Planteo la idea táctica que vamos a implementar en tal partido y la mayoría de nuestros trabajos se basan en eso, según el equipo que nos toque enfrentar. Trabajamos con Daniel Martínez y con el Apo Yeladian eligiendo de un selectivo que hay en el club, jugadores que tengan características similares a los que vamos a enfrentar, les brindamos a esos jugadores indicaciones de cómo actúan nuestros rivales para que enfrenten así a nuestros titulares y a medida que va pasando la semana, nuestros titulares van sabiendo, de antemano, qué nos va a tocar el fin de semana. Así que la parte teórica es más puntual que otra cosa y va pegada a la práctica, porque si no la concretás después en el campo, no sirve de nada.

¿Cuáles son en tu opinión los aspectos más importantes de la práctica?

Estoy convencido -y Danubio está convencido- que si sabe lo que tiene que hacer, algún error puede cometer pero tenemos jugadores inteligentes que a cada problema le han encontrado solución. Sabemos que podemos pedirles el máximo y que respetan la idea del entrenador a la vez que respetan sus propias ideas futbolísticas, sin renunciar a lo que puede brindar cada uno. Así fortalecido, el equipo le puede ganar a cualquiera.

El “sistema” o la “figura” táctica, ¿qué importancia tienen en el conjunto del entrenamiento de fútbol?

La figura táctica uno la plantea para que nuestro equipo esté siempre bien parado, pero la táctica y la estrategia van emparentadas y dependen de jugadores inteligentes que entiendan y sepan plasmar lo que uno quiere. Aquí tenemos un grupo excelente que a partir de una táctica sabe desplegar en el campo,  inteligentemente, lo que uno quiere.

¿Acostumbrás leer sobre fútbol?

Mucho. Hoy por hoy, uno no se puede quedar por el camino. Es tan rápido todo esto, cambia constantemente el fútbol. Miro en Internet todo lo que puedo sobre distintos entrenadores, distintos entrenamientos físicos. Tengo la posibilidad de intercambiar con importantes técnicos en Argentina y en otros países también. Me comunico constantemente con ellos para hablar de fútbol y siempre trato de leer lo último que sale, todo tipo de libros, últimamente estoy leyendo la biografía de Guardiola, que es un técnico interesantísimo, pero más allá de la voluntad, tenés que tratar de ser inteligente y plasmar en tu equipo las cosas posibles, porque no todo lo que uno lee se puede hacer con todos los equipos, sino todos los equipos del mundo serían el Barcelona.

¿Trabajás con videos?

Sí. Una empresa nos aporta videos y estadísticas de los partidos nuestros y de los equipos rivales. Tenemos videos estratégicos, planillas de jugada de pelota quieta, triangulaciones que puedan llegar a tener los rivales. Le damos mucha importancia a brindarles a nuestros jugadores todos los recursos para que el fin de semana tengan un abanico de posibilidades para contrarrestar lo que nos presenta el rival.

¿Qué modelos o espejos, de equipos y de entrenadores encontraste y encontrás en el ámbito mundial?

He tenido la suerte de tener los mejores técnicos que cualquiera haya podido tener. Destaco los manejos de grupo del Chiche Sosa y del Pato Pastoriza y el rigor táctico de Russo y Manera. El técnico de la Selección de Chile hoy, que estaba en la U de Chile, Jorge Sampaoli, es muy interesante, ataca con muchos y defiende también con un montón… uno mira de todo y de todo trata de aprender. Lo más lindo del fútbol es poder leer el partido y ver las lecturas que los técnicos le dan al partido, pero aunque puedas hablar directamente con Guardiola, si vos no sabés expresarlo con tu equipo, será difícil que te vaya bien.

¿Qué momentos propios te quedaron más grabados como entrenador?

El primer club que nos tocó dirigir -junto al Profe Martínez-, fue en Puerto Madryn y lo viví con mucha alegría. Venía de más de veinte años de experiencia como jugador y en seguida me dieron la oportunidad de venir a Progreso, el club que me dio la posibilidad de ser quien fui en el fútbol -mucho o poco- y de devolver un poco de todo eso, con el ascenso a Primera División. Me marcó como entrenador ver a tanta gente conocida de muchísimos años que le había brindado a uno cosas tan importantes y poderles devolver algo de lo mucho que me dieron.

El otro gran momento es éste, de estar en Danubio. Mi viejo y mi familia fueron fanáticos de Danubio. Mi viejo, que ya no está, me estará mirando desde algún lugar. Para mí estar dirigiendo a Danubio es una alegría inmensa. Me gustaría, obviamente poder disfrutarlo con él pero, cuando firmé contrato en la sede de Danubio, lo primero que pensé fue en la alegría que mi viejo, desde algún lugar, debe tener.

"Estoy leyendo la biografía de Guardiola, que es un técnico interesantísimo", comentó Leo Ramos.

“Estoy leyendo la biografía de Guardiola, que es un técnico interesantísimo”, comentó Leo Ramos.


Etiquetas: Danubio