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Todos queremos que si




Luis Suárez a la carrera con el grito de gol en el Estadio del Granada para la gloria del Barcelona. (FOTO EFE).


15 mayo, 2016
Columnistas

Cuando uno dice goleador es porque hace goles. Luis Suarez hizo 40 goles en 35 partidos;  más de un gol por partido, en un futbol de alto nivel.

Otra categoría es el delantero que hace goles, pero no es goleador.

Pero ser goleador y ser coronado como el mejor asistente para hacer goles otros, es una cosa para meditar. Luis Suarez tuvo 22 asistencias para gol de compañeros.

Ya en el Ayax  de Holanda había tenido 49 goles y 24 asistencias.

Y en el Liverpool de Inglaterra con 31 goles y 12 asistencias

Con esto  de ayer redondeó; “Pichichi”, goleador de liga española, Bota de Oro, goleador de Europa y mejor asistente, en lo individual. Además de campeón de España en lo colectivo.

Las figuras estelares  goleadores  del mundo en su historia,  como Pelé o Maradona  fueron también grandes asistentes.  Y eso los transformó  en figuras mundiales como jugadores completos.

Dentro de una crudeza que tiene el futbol; es que para pasar a la historia se precisa el trascender mundialmente con su país. Y si no se logra, no desmerece lo bueno ni el nivel que se tenga; pero lo mundial es como el reconocimiento eterno.

Es una materia muy difícil de lograr que un goleador sea asistente. La ambición lógica del perforar las redes, hace aminorar el deseo de que otro haga el gol. Pero el tener las dos lo deja en el camino a su gloria.

Cuando se logra eso estamos ante no solo frente a una figura mundial sino ante un fenómeno a la altura de otros en la  historia. Hay que esperar solo el tiempo de permanencia para que la historia lo compare con  los grandes, más atrás en el tiempo hubo  grandísimos goleadores también, pero sería injusto aportar más nombres, porque dejaríamos a muchos sin nombrar. Estoy escribiendo exclusivamente  como figuras o goleadores, no de títulos a nivel mundial, porque ese es otro tema.

Hoy por hoy  Luis Suarez se encuadra dentro de  las  figuras mundiales. Si mantiene este nivel, estaría  a la par de otros. Reitero que para entrar en la categoría de los nombrados faltaría el titulo mundial  con su país, a su lado.

Otra categoría de figuras mundiales son Di Stefano o Cruyff, como ejemplos y tantos otros que brillaron; son verdaderas historias, pero el podio mundial con su país no lo alcanzaron, y a mi entender no quita para nada los extraordinario de su juego.

El goleador  tiene “sed” de gol.

Transformarse en asistente de gol lo empieza a calificar como  “jugador”.  Para ser mejor entendido;  todos son jugadores, pero cuando decimos: “¡qué jugador!”, esta frase va asociada a lo habilidoso, jugador de equipo, y que hace jugar.

También la función que ocupen en su equipo y su efectividad lo hace gran jugador, para esclarecer;  los goleros, zagueros, laterales, contenciones que también son parte de la cosa, teniendo menos participación en el área contraria, pero si en el  valor de  su juego y efectividad, donde otros rubros van a la balanza de juzgamiento y hace que su participación haga que existan los fenómenos.

El hacer jugar puede ser de dos maneras, está en el armado de jugadas o en la definición.

Luis Suarez le fue agregando  calificativos a su juego, además de una entereza mental extraordinaria.

Los uruguayos somos  bravos para amar sin condiciones en el futbol.

Pero porque no soñar con que Luis Suarez entre dentro de la categoría de Pele y Maradona; tiempo tiene.

Luis Suárez  a la carrera con el grito de gol en el Estadio del Granada para la gloria del Barcelona. (FOTO EFE).

Luis Suárez a la carrera con el grito de gol en el Estadio del Granada para la gloria del Barcelona. (FOTO EFE).