Reemplazo que exige
Tras la repentina salida de Damián García, el entrenador de Peñarol, Diego Aguirre, tiene un arduo y dificultoso desafío por delante: encontrar el reemplazo para una posición tan exigente.
Damián García, choca sus manos con Tomás Olase, y se marcha de la cancha en el partido ante Progreso, del pasado sábado. Fue su despedida de Peñarol.
La salida de Damián García de Peñarol era inminente. Después de algunas idas y vueltas, su venta, finalmente se concretó al fútbol árabe. ¿Qué sensación le produjo al aurinegro esta repentina noticia a nivel deportivo? Incertidumbre, preocupación y dudas. Pero sobre todo, se destapó un interesante dilema que no le será tan fácil poder remediar. Al menos, en el corto plazo. ¿Por qué?
Porque tras la salida de García, Peñarol no tiene un sustituto natural en su actual plantel. El aurinegro no cuenta con un futbolista de similares características. Y tampoco tiene asegurada una incorporación de inmediatez como posible reemplazo. Hay nombres. Hay rumores. Pero, hasta ahora, no hay certezas.
La ausencia de García se volvió un dilema en el futuro esquema de Diego Aguirre. Así, de un día para otro. Y este desenlace, naturalmente, obliga al entrenador a tener que decidir sobre una realidad incierta, en la que ya no podrá contar con quien era su número 5 titular e indiscutido. ¿Qué consecuencias trae su ausencia? En un principio, un mar de dudas. Veamos…
Desde que García se transformó en el volante posicional de Peñarol, pasó a convertirse en uno de los futbolistas imprescindibles. Pero, ¿cuál ha sido su función? Cubrir espacios. Respaldar a los laterales. Meterse entre los zagueros en momentos de retroceso colectivo. Equilibrar líneas. Brindar balance y orden al equipo, en defensa y ataque. Respaldar defensivamente a unos y dar libertad ofensiva a otros. Salida limpia con pelota desde el fondo y soltarse ofensivamente con criterio y sensatez.
Damián cumplía su labor táctica a la perfección, en parte, gracias a sus buenas condiciones atléticas que le favorecían a la hora de desplegar una resistencia física implacable, permitiéndole cubrir zonas amplias en los contraataques rivales. Además, de contar con una capacidad de lectura excepcional para anticipar cortes y activar transiciones de defensa a ataque.
¿Parece demasiada tarea para un sólo futbolista? No obstante, las veces que Damián se ausentó en la cancha, su equipo sufrió tácticamente. Lo extrañó hasta por demás. Y sin ir más lejos, a modo de poder evidenciar este antecedente, podemos rememorar los dos últimos clásicos donde Peñarol fue un desconcierto a nivel táctico en mitad de cancha y donde, por momentos, perdió la brújula en lo que se refiere al balance y equilibrio colectivo.
Sin Damián García en cancha, Peñarol perdió los dos partidos ante Nacional hace tan solo 15 días atrás; en el resultado y en la batalla táctica en zona media. Y una vez más, la ausencia de su habitual trabajo a desgaste -muchas veces imperceptible o inapreciable para muchos-, se hizo notar más que nunca porque el equipo lo sintió y sufrió en todos los aspectos.
La figura de García en Peñarol, desde su debut en marzo de 2023, hasta ahora, nunca pasó desapercibida. Sino todo lo contrario. Se volvió una pieza fundamental en zona media, a tal punto, que su equipo adoptó su labor -como estandarte y abanderado táctico- de forma casi que natural. Y sin temor a una eventual exageración, podría afirmar que el equilibrio y balance colectivo de Peñarol muchas veces ha dependido exclusivamente de la presencia de Damián.
Entonces, es evidente que su ausencia despierta vacilación en Peñarol y en su cuerpo técnico de cara a futuro. Pero este dilema, se acrecienta en la interna, sabiendo que el actual plantel mirasol no brinda un futbolista de sus mismas características. Y más aún, constatando que tampoco se incorporó su reemplazo natural en tiempo y forma.
Lo cierto, es que Damián se fue de Peñarol, y por ahora, no llegó nadie en su lugar. Entonces, no caben dudas que su salida significa un contratiempo para el equipo de Aguirre.
DIFERENTES CARACTERÍSTICAS
Diego Aguirre dejó en evidencia en los dos partidos clásicos anteriores que, ante la ausencia de Damián García, su reemplazante natural es Rodrigo Pérez, quien jugó como titular en ambos encuentros. Y todo hace indicar, que el entrenador mirasol volverá a darle confianza al mismo jugador de cara al nuevo clásico, a jugarse el próximo domingo 9 por la segunda fecha del Torneo Apertura.
Pese a la firme decisión de Aguirre y a su sólida apuesta, Pérez tiene características diferentes a Damián. Porque es un volante central de perfil más ofensivo. Más dinámico. Que suele adelantarse en la cancha o moverse a los laterales. Y que tiende a trasladar más la pelota. También, acostumbra a sumarse al ataque cuando la jugada lo amerita. Y esto último, suele transformarse en un riesgo porque en un eventual retroceso colectivo, el equipo puede perder balance y equilibrio táctico ya que las líneas generales se desordenan de forma natural.
En cierto modo, estas acciones naturales de Pérez en su función, se evidenciaron negativamente en los dos últimos clásicos cuando el equipo quedó mal parado en reiteradas ocasiones. Peñarol dejó espacios por aludido en mitad de cancha donde habitualmente solía custodiar con criterio.
Es que, a Rodrigo Pérez, se lo podría catalogar más como un volante mixto, como interno. Y no como un típico volante posicional. Mismo caso sucede con Ignacio Sosa, posible sustituto de García pero de similares características a Pérez.
En definitiva, la deducción es simple. Peñarol, cuenta en su actual plantel con dos futbolistas que perfectamente podrían reemplazar a Damián en su puesto pero no en su función. Para colmo, Tomás Olase, único mediocampista central con similares características a García, se lesionó en el debut ante Progreso y desde la sanidad se informó que sufrió rotura de ligamentos cruzados.
Todos estos factores, explican y confirman, en cierto modo, el dilema que se le presentó a Peñarol de cara a futuro ante la ausencia de García, para un puesto tan exigente. Pero al mismo tiempo, se podría considerar un doble problema. Porque el puesto a cubrir es una posición donde el equipo estaba muy bien respaldado.
Ya sea con los mencionados volantes que presenta el plantel actual. O con los que podrían llegar en las próximas horas, como por ejemplo, el argentino Eric Remedi, el técnico Diego Aguirre, tendrá el exigente desafío por delante de tener que encontrar el mejor reemplazo para Damián García. Es decir, un volante que se transforme en el nexo esencial entre las líneas de su equipo, a modo de transformarse en un pilar táctico en mitad de cancha.
El reemplazo de Damián García exige categoría y jerarquía para el puesto. Pero al mismo tiempo, inmediatez.
