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Torres de alegría

Peñarol le ganó 2:0 a Boston River con goles de Facundo Torres y David Terans, en el Estadio Campeón del Siglo por la quinta fecha del Torneo Apertura.




Facundo Torres, en el centro del festejo aurinegro. Ingresó y metió un gol.


16 agosto, 2020
Primera

Facundo Torres, un producto genuino de la cantera, le cambió la cara a Peñarol. Con su fútbol, y sobre todo su gol, fue clave. Factor directo del triunfo que le permitió al equipo sumar tres puntos que lo pusieron a tiro en el Torneo Apertura.

 

Cero por todos lados en la primera parte. El aurinegro volvió a ser tibio en ofensiva. Inoperante por demás. Lento, sin explosión, sin generación de juego, sin desborde por las bandas. El español Xisco pasó frío en el ataque: no le llegó una pelota. En una palabra, jugó rematadamente mal.

 

A Boston River le alcanzó con pararse en forma ordenada en la defensa para cerrar los caminos a su arco.

 

La milagrosa tapada de Gonzalo Falcón ante el disparo a boca de jarro de David Terans se destacaba entonces como la única opción de gol. Muy poco para un equipo grande.

 

OTRO EQUIPO, DOS GOLES

 

Diego Forlán, metió mano en el vestuario y, de arranque, mandó al campo a Facundo Torres. Y todo fue diferente. Cambio de 180 grados en el complemento.

 

Fue otro equipo. Mejoró en todos los aspectos. Actitud, presión, profundidad. Fue incisivo en ataque, contando para ello con un Facundo Torres encendido. El juvenil, en su primer remate al arco, concretó el gol de la apertura.

 

Gol de desahogo y que entonó al aurinegro, que se adueñó por completo del trámite y del balón.

 

Y siguió de largo con la conquista de David Terans, de típico pescador, capturando una pelota perdida en el área contraria. Segundo tanto que cayó a los 65 minutos y le bajó por completo la cortina al partido. Boston River se quedó sin respuesta y jamás puso en apuro a la zaga local, que vivió una noche por demás tranquila, tanto que se puede decir que Kevin Dawson fue un espectador más.

 

Peñarol recuperó la sonrisa. La solución estaba en casa. Y se llamaba Facundo Torres.

 

El segundo gol de Peñarol. Gonzalo Falcón, vencido, se limita a observar como el balón ingresa al arco tras el remate de David Terans.