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En caída libre

Resonante triunfo de Wanderers. Con goles de Rodrigo Pastorini y Jonathan Barboza, superó por 2:0 a Peñarol y se subió solo a la punta. El aurinegro entonó la despedida.




Diego Forlán, cabizbajo y preocupado, imagen y símbolo de la derrota de Peñarol ante Wanderers, lo que aceleró su partida de la institución.


30 agosto, 2020
Primera

Wanderers, dueño del Apertura. Único puntero e invicto. Infinita alegría en una noche histórica y triunfal en el Estadio Campeón del Siglo. En cambio, en Peñarol, lo que predomina es la más pura tristeza. Y, claro, la resignación en el adiós al primer torneo de la temporada. Quedó a siete puntos del bohemio, con dieciocho por jugarse. El equipo volvió a caer en un pozo anímico tras el impacto que significó el primer gol rival.

 

Primera parte de ida y vuelta, pareja y sumamente entretenida. El aurinegro, ordenado y de contra, aprovechó la velocidad de Terans y de Torres, pero sin definición. Xisco falló estrepitosamente una y otra vez de cara al arco rival. El bohemio, fiel a su estilo, mostró manejo y buen trato de balón. Sin embargo, no estuvo fino en el toque final, y eso lo llevó a carecer de profundidad. Paréntesis aparte, el árbitro Christian Ferreyra le perdonó la vida al húngaro Krisztián Vadócz. Debió expulsarlo, ya amonestado, por un pisotón en perjuicio de Ignacio Lores.

 

El complemento fue a pedir de boca para el equipo de Larriera. Rodrigo Pastorini, con un tiro libre combado, realmente bien colocado, sin mayor potencia lo puso arriba en el tanteador, cuando apenas se jugaba el minuto siete. Y de ahí en más, el bohemio mandó. Pasó a ser dominador absoluto del balón y del trámite con su impecable juego colectivo, que desequilibró por completo a un conjunto aurinegro que perdió el rumbo, que se cayó anímicamente y que fue una sombra de sus aspiraciones en la cancha.

 

Para colmo de males, el arquero Kevin Dawson, siempre de los más rendidores, se comió el segundo tanto con un grosero doble error, primero en la salida del arco y después cayéndose y dejando pasar un débil remate de Jonathan Barboza que terminó besando la red. Ese segundo gol desmoronó por completo al dueño de casa y, por supuesto, le bajó la cortina al partido.

 

Wanderers sacó chapa de candidato, nada menos que en el Campeón del Siglo. Así, le dio el último empujón a un Peñarol que está en caída libre y que apenas sumó 12 puntos de 27 posibles. Muy pocos para un grande.