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Goles son amores

Peñarol venció 4:1 a Deportivo Maldonado en el Estadio Campeón del Siglo, por la tercera fecha de la serie B del Torneo Intermedio.




David Terans y Matías Britos, en el abrazo de los goleadores aurinegros.


8 noviembre, 2020
Primera

 

Peñarol: goles son amores. Tres puntos más que vitales son los sumados por el aurinegro para ganar en tranquilidad y seguir peleando por descontar la ventaja de diez unidades que lo separan del tradicional adversario en la Tabla Anual.

 

El equipo aprovechó regalos en un primer tiempo por demás interesante, de ida y vuelta, con acciones de peligro sobre ambas vallas. El dueño de casa mostró dos caras muy diferentes: positiva en ataque y dubitativa en defensa. De arranque, capitalizó inconcebibles yerros del fondo fernandino, y pegó por partida doble con los goles de David Terans y de Matías Britos. Ventaja que mantuvo en el tanteador, pese a las inexplicables pasividades defensivas que debió resolver in extremis el siempre salvador Kevin Dawson con notables intervenciones. La visita realizó méritos para llegar a la red y mantenerse en partido, pero terminó pagando carísimo su desorden atrás, la falta de definición y también la injusta expulsión del paraguayo Estigarribia, que lo obligó a jugar con un hombre menos desde el minuto 37.

 

Golazo de Matías Britos de arranque en el complemento. Fue el tercero del local, que le bajó por completo la cortina al partido. Mario Saralegui de inmediato sacó del campo a jugadores que son habituales titulares, reservándolos para la seguidilla de partidos que se vienen en las próximas semanas. Y por supuesto el equipo se resintió en su funcionamiento. Lo que fue aprovechado por la visita, que con mucha vergüenza deportiva se jugó por entero en ataque y llegó al gol del descuento por intermedio de Facundo Batista. Pero jamás puso en peligro el triunfo del mirasol, que incluso se dio el gusto de golear con ese cuarto tanto convertido en propia meta por Nicolás Olivera.

 

Peñarol recuperó la sonrisa. Y demostró una vez más que la esperanza es lo último que se pierde.