Lodeiro: respondió ante River y abrió la interrogante
El experimentado volante tuvo su primera titularidad desde su regreso a Nacional y respondió con gran rendimiento. Esto último, abre la interrogante de cara a futuro: ¿Se mantendrá en el once titular?
Nicolás Lodeiro, vistiendo la camiseta de Nacional.
La ausencia de Juan Cruz De Los Santos –por lesión- previo al partido ante River Plate en la fecha pasada abrió la interrogante en Nacional. ¿Quién ocuparía su lugar en el once titular? ¿Posibilidades para el puesto? Había muchas. ¿Certezas para contemplar la vacante? Muy pocas.
Es que el puesto de extremo izquierdo, que dejó vacante De Los Santos el último fin de semana, venía siendo una posición sin demasiadas garantías en el equipo de Pablo Peirano a lo largo de la temporada. Muchos nombres habían pasado por la banda izquierda de los volantes -antes de la llegada de De Los Santos-, sin colmar con las expectativas del entrenador.
Exequiel Mereles, Bruno Arady, Rómulo Otero a perfil cambiado, o incluso, hasta Christian Ébere, eran los futbolistas que corrían con mejor margen de posibilidades para ocupar el puesto de extremo izquierdo. Por regularidad, pero sobre todo, por naturalidad. Imaginando una de las eventuales opciones mencionadas, era simplemente cambiar “nombre por nombre” sin modificar el esquema ni la táctica.
Sin embargo, contra todos los pronósticos y casi que optando por una decisión técnica algo “arriesgada”, Peirano tenía un nombre bajo la manga: Nicolás Lodeiro. Un jugador de carrera internacional y de envidiable trayectoria, pero de inestable presente futbolístico y con más cuestionamientos que elogios en la actualidad del club.
Es que, el regreso de Lodeiro a Nacional, a sus 36 años, había traído consigo más polémicas que halagos ya que los hinchas tricolores le cuestionaron su avanzada edad a la que decidió volver al club que lo formó. Sumado, además, a que fechas atrás, había mostrado una pésima imagen en el último clásico, en la derrota por 3:0 ante Peñarol, donde su figura pasó desapercibida por completo durante los 30 minutos que estuvo en cancha.
En definitiva, previo al partido ante River, Lodeiro apenas había jugado 65 minutos en total desde su regreso a Nacional, distribuidos en cuatro partidos: 6’ ante MC Torque, 30’ frente a Peñarol, 10’ contra Progreso y 19’ ante Boston River. Si bien, nadie duda de su calidad futbolística y de su jerarquía, pocos auguraban que Lodeiro sería el elegido para reemplazar a Juan Cruz De Los Santos.
La presencia de Lodeiro y el nuevo sistema de juego
Lo cierto, es que Peirano se la jugó por Lodeiro como titular ante River Plate ponderando por sus condiciones técnicas por encima del esquema general del equipo, sin importar las consecuencias. Porque de hecho, la inclusión de Lodeiro significó un cambio de forma y de sistema de juego en el equipo. Con su ingreso, Peirano pasó de utilizar una táctica habitual de 4-2-3-1, que prácticamente se recitaba de memoria, a pararse con un 4-2-2-2, que por muchos momentos del partido se transformó en un 4-3-1-2, con Lodeiro siendo un clásico enganche.
Pues claro, Lodeiro no tiene las mismas características que De Los Santos ni tampoco se desempeña en la misma posición. Entonces, con esta variante, Peirano arriesgó. La decisión técnica no apuntaba simplemente a cambiar a un futbolista por otro. Con Lodeiro, el equipo clausuró la banda izquierda del ataque, con el claro objetivo de transformar el fútbol ofensivo de Nacional por el centro; con toques cortos, juego asociativo y combinaciones colectivas. Y vaya si resultó. Lejos de pesarle la titularidad, Lodeiro fue de los mejores de su equipo aportando 66 minutos de fútbol, toques y claridad. Hasta que fue reemplazado por Bruno Arady.
Parado desde la izquierda, se volcó constantemente al centro y buscó asociarse con Nicolás López, Maxi Gómez y con los dos volantes centrales. Pero también, cuando tomó el rol de creador de fútbol por el medio, distribuyó la pelota por todos los sectores de la cancha y se hizo cargo del juego colectivo de su equipo. Alternó la posición con el “Diente” López –porque en varios momentos el equipo mostró un doble enganche-. Al mismo tiempo, cedió por completo la banda izquierda, dando libertad a Diego Romero como para que avance y se proyecte desde el lateral hacia el ataque.
Con la presencia de Lodeiro, Nacional apostó a la posesión del juego en corto. A avanzar en bloque con muchos hombres. Y a generar espacios ofensivos con la pelota en su poder. El equipo ponderó centralizar más el juego y se mostró prolijo en esta faceta. En definitiva, tras la ausencia de De Los Santos como extremo izquierdo, Peirano apostó por un sustituto que le demandó un cambio en su forma de juego porque, a su vez, se vio obligado a reemplazar la estrategia del equipo.
Es cierto que River se mostró un equipo con muchas carencias en todas las líneas y necesitado de puntos porque solo un milagro lo puede salvar del descenso. Pero la realidad indicó, que, la apuesta con Lodeiro salió bárbaro. Porque Nacional jugó bien y ganó cómodamente por 3:0. Sin embargo, la incertidumbre de cara a futuro se abre por sí sola: ¿Qué decisión tomará Peirano de aquí en más ante rivales más exigentes? ¿Qué sucederá cuando regrese De Los Santos? ¿Mantendrá a Lodeiro o retomará su filosofía habitual con extremos bien abiertos?
