El nuevo rol de Maxi Silvera
Después de tantas conjeturas sobre la posibilidad de jugar con Matías Arezo y Maxi Silvera como titulares en ataque, Diego Aguirre se decidió. Pero, con un requisito excluyente para uno de ellos.
Maximiliano Silvera, el nuevo rol en el equipo del goleador aurinegro.
Diferentes pruebas, funcionamientos, adaptaciones y resultados le terminaron confirmando a Diego Aguirre que Matías Arezo y Maximiliano Silvera deben jugar juntos en este Peñarol.
En lo previo, se habló mucho sobre este tema. Si funcionaría el doble nueve en este Peñarol de Diego Aguirre más allá de las enormes características y condiciones individuales de cada uno. Las conjeturas sobre esta posibilidad fueron una multitud. Si se iban a entender, a no sobreponerse entre sí o si se iban a ajustar al esquema del entrenador, teniendo en cuenta que ‘La Fiera’ se identifica por utilizar un esquema con volantes externos, con Leo Fernández suelto y libre, y con un solo delantero neto.
No obstante, sus dos primeras pruebas juntos en ataque compartiendo el doble nueve, no colmaron las expectativas. En los partidos ante Juventud de Las Piedras y Cerro Largo, por la octava y novena fecha del Torneo Clausura, el técnico aurinegro se vio ante un panorama excepcional y arriesgó con Silvera y Arezo como titulares. Sin embargo, la nueva estrategia no resultó.
Es cierto que Peñarol ganó aquellos partidos (1:0 ante Juventud y 3:1 frente a Cerro Largo). Pero la realidad indicó que el equipo no convenció en líneas generales mostrando un rendimiento bastante discreto y sin mayor destaque colectivo en ambos encuentros. Al aurinegro le faltó esa cuota de vértigo y velocidad por afuera, que suelen mostrar los equipos de Aguirre, y se mostró con un juego más centralizado y a ritmo lento.
Los dos delanteros, puntualmente, se sobrepusieron entre sí y ello les dificultó para destacar en su rendimiento individual. Además de todo, cuando el técnico modificó su esquema y colocó a los extremos para los segundos tiempos de cada partido, el equipo mejoró muchísimo en todos los aspectos. Retomó su esencia de juego y recuperó su mejor versión. Las conclusiones se despejaban solas. El doble nueve perdía crédito.
El bajo funcionamiento colectivo con Silvera y Arezo juntos volvían a despertar aquellas interrogantes. Volvían los cuestionamientos y los reproches sobre esta alternativa. A tal punto, que para los siguientes tres partidos, Aguirre no dudó y optó por volver a jugar con un solo referente de área. Ante Danubio (2-0) y Miramar Misiones (2-2), el técnico mirasol retomó su esencia de juego con volantes por afuera y un solo punta. Arezo, volvía a ser desplazado al banco de suplentes y aquel gran anhelo de algunos, con el doble nueve como titular, se enfriaba cada vez más.
Sin embargo, Peñarol seguía sin encontrar su mejor funcionamiento y el frustrado empate ante Miramar obligó al entrenador otra vez al cambio. Incluso, ese partido, Arezo convirtió un doblete ingresando desde el banco de suplentes siendo el estandarte de la remontada. Entre silbidos y reproches, la afición, disconforme con el rendimiento general del equipo, pedía a gritos a Arezo como titular. De hecho, Aguirre no hizo oídos sordos al irrefutable pedido del hincha y se la jugó por el goleador.
Al siguiente partido, frente a Defensor Sporting por la semifinal de Copa Uruguay, Arezo le ganó la pulseada a Silvera y se quedó con su lugar como referente de área. A esa altura, jugaba uno u otro. Pero aquella posibilidad de jugar juntos, seguía lejos. Peñarol, ese día, ganó 2-0 con goles de Arezo y Silvera, quien ingresó en el complemento, y ambos jugaron un gran segundo tiempo en ataque. Se complementaron, se asociaron y se buscaron. La alternativa del doble nueve volvió a tomar fuerza. Ahora, más que nunca.
Así lo hizo saber el propio Diego Aguirre al siguiente encuentro, ante Wanderers. El técnico se decidió por ambos como titulares y les dio la confianza para que comanden la dupla de ataque. Peñarol goleó 3:0 ese día y, a partir de ahí, hasta la fecha, Arezo y Silvera han jugado siempre juntos, como titulares, en los siguientes cuatro partidos.
Después de tantas vacilaciones y polémicas, los hechos en la cancha le han ido demostrando al entrenador que Silvera y Arezo tienen la obligación de jugar juntos en esta versión de Peñarol. Pero, esta vez, con un requisito excluyente para Maxi Silvera dentro de su función. ¿Cuál es?
EL NUEVO ROL DE MAXI SiLVERA
Es cierto que Aguirre volvió a apostar con dos nueve de área como titulares. Con esta decisión, en parte, complació a aquellos hinchas que pedían a gritos el doble nueve desde el inicio. Pero, por otro lado, el propio DT es consciente que sigue siendo infiel a su esencia de juego con esta determinación. ¿Cuál esencia?
La de jugar con dos extremos que le den amplitud a su juego, que abran la cancha y se desdoblen por afuera. Porque en el fútbol actual, muchas veces metódico y mesurado hasta por demás, los extremos terminan siendo los futbolistas que rompen con los esquemas del rival. Porque son sinónimo de sorpresa, vértigo y cambio de ritmo. Y si hay un entrenador que no ha pasado por alto esta condición, ése, ha sido el propio Diego Aguirre.
Pese a este dilema, Aguirre le buscó la manera y la forma necesaria para que su equipo se adapte al doble nueve, pero, al mismo tiempo, que no renuncie a su esencia. El entrenador se la jugó por la presencia de los dos referentes de área, pero sin descuidar la función colectiva del equipo. Entonces, ¿Cómo solucionó Aguirre este problema?
Ordenando a Silvera a que, por momentos, se convierta en extremo izquierdo. Sobre todo, cuando el equipo pierde la pelota. A diferencia de aquellas primeras pruebas, cuando ambos delanteros jugaron juntos y el equipo no funcionó, ahora, Maxi cumple un nuevo rol. Una nueva orden táctica. Tiene la función del sacrificio táctico sin pelota. Ahoga a los rivales sobre la banda izquierda cuando éstos salen jugado y, además, en muchas ocasiones, suele retroceder hasta su propio campo cuando el equipo rival muestra una opción más en ataque.
Por eso, muchas veces vemos a Silvera colaborando en su campo propio. Más que antes, como nunca. Al mismo tiempo, cuando Peñarol avanza con pelota o llega ofensivamente sobre el arco rival, Maxi se muestra siempre como un delantero más, llegando siempre a zona de peligro. La tarea de Silvera es a desgaste extremo, porque debe cumplir la doble función defensa-ataque. Muchas veces su trabajo defensivo pasa inadvertido, pero su colaboración táctica es descomunal. Esta decisión, hace que Arezo sea el referente de área y el delantero centro de Peñarol.
Aguirre, finalmente se decidió por el doble nueve como titular. Ambos futbolistas han demostrado poder contemplar su determinación. Sin embargo, la mejor versión de Peñarol, con Matías Arezo y Maximiliano Silvera en cancha, se vio cuando Silvera pasó a cumplir su nuevo rol. El delantero asumió la doble tarea táctica para que Peñarol pueda aprovecharlos juntos en ataque, pero, a su vez, para que el equipo no renuncie a la esencia del entrenador.
