Historia y fracaso
Tras la histórica hazaña de Liverpool, la afición se hizo sentir en las redes sociales, mientras el periodismo analizó y destacó el gran mérito del negriazul para consagrarse como Campeón Uruguayo.
Miguel Samudio, un hombre que mostró clase, calidad técnica, proyección por banda y carácter, besando la merecidísima copa de Campeón Uruguayo de Liverpool.
En la noche de ayer, Liverpool Fútbol Club sumó un nuevo capítulo a su historia. Pero no es un capítulo más, sino que se trata del más glorioso y prestigioso desde que el club se fundó, en 1915. Justamente eso fue lo primero que destacaron medios argentinos como Olé y ESPN, que sintieron el eco de la hazaña negriazul: tras casi 108 años de vida, y luego de ganarle las dos finales a Peñarol, Liverpool se consagró por primera vez Campeón Uruguayo.
Pero además, para agregarle un sabor aún más especial, el equipo de Belvedere se aseguró que nada -ni su estilo de juego ni su carácter en las instancias más difíciles- fuera por casualidad, sino por mérito propio, fruto del esfuerzo, del compromiso y del trabajo. Y es aquí donde el periodismo deportivo de nuestro país se detuvo para hacer los debidos reconocimientos.
“José Luis Palma se metió en una galería muy selecta de los mejores presidentes en la historia del fútbol uruguayo”, afirmó el periodista Óscar Belo, destacando el gran trabajo dirigencial de quien lleva las riendas del club desde 2001 y está cosechando los resultados del proceso en este momento. Es que Palma no solo ha hecho crecer a la institución desde lo deportivo, consiguiendo varios títulos en los últimos años -siendo este el “momento cúspide”, según sus propias palabras-: también transformó su realidad económica. El presidente declaró que Liverpool cerró este año con un “superávit de 12 millones de dólares”, sin contar otros ingresos millonarios por su consagración, por su clasificación a la Copa Libertadores y por el más que probable traspaso del ex negriazul Nicolás de la Cruz -actual estrella de River argentino- al Flamengo.
Pero si entramos en detalle en el área deportiva, uno de los nombres más repetidos a juicio de los periodistas es el de Jorge Bava. “El mejor DT, por escándalo, del año”, expresó, por ejemplo, Martín Charquero. Esa fue la opinión compartida por el periodismo deportivo uruguayo. El entrenador negriazul llegó al club en 2021, y en 2023 ganó cinco de las seis competiciones de que dispone nuestro fútbol, siendo el Torneo Apertura el único que le quedó en el debe. Bava -quien para lograr su objetivo reclutó jugadores en los que confió específicamente, como Thiago Vecino- hizo brillar a un equipo con grandes jugadores con una identidad de juego clara y marcada: buen trato de pelota -algo que casi ningún equipo tuvo-, autoridad para imponerse en cualquier cancha y hambre de gloria. Y así como se habla del presente, también se comenta del futuro. Los rumores sobre ofertas y posibles traspasos ya recorrían los medios incluso antes de que se jugaran las finales. Y, lógicamente, el del técnico negriazul es uno de los nombres más consultados por clubes del exterior. ¿Seguirá Bava la exitosa ruta de Paulo Pezzolano?
Sin embargo, como en todas las finales, también hay un equipo perdedor, que en esta ocasión -y de local- fue Peñarol, cuya derrota fue catalogada por muchos como “fracaso” y generó críticas fulminantes como, por ejemplo, la de Enrique Orué. “Es difícil digerir esto”, comenzó expresando el periodista del programa partidario “Fútbol a lo Peñarol” en un extenso descargo realizado en su cuenta de “X” -antes Twitter-. “Hoy sufrimos una de las mayores humillaciones: que un equipo chico te dé la vuelta en tu propio estadio”, agregó.
El periodista fue tajante y señaló como principales responsables del mal año carbonero a la gerencia deportiva, que “erró en el 90% de las incorporaciones”, así a los dirigentes, encabezados por el reelecto presidente Ignacio Ruglio, por no “reaccionar a tiempo”. Pero también culpó a los jugadores, alegando que “salvo excepciones, les quedó muy grande la camiseta”, y al departamento físico y de sanidad, que, aseguró, “nunca lograron una condición física y sanitaria aceptable”. Además, hizo una mención especial para algunos hinchas: “Un capítulo aparte para esos imbéciles que van a la Cataldi sólo para perjudicar a Peñarol. No sé cuántos son, pero alcanza para que digamos que son traidores y que no deberían entrar nunca más a los estadios”, sentenció con contundencia Orué, quien, dentro de sus críticas, rescató como único punto positivo la contratación de Diego Aguirre.
Los hinchas también fueron protagonistas, tanto en la victoria como en la derrota. Las redes sociales se inundaron de videos y fotos de festejos negriazules. Y muchos, incluida la cuenta oficial de Liverpool, se encargaron de pasarle factura a Sebastián Rodríguez, por las declaraciones hechas por el mediocampista de Peñarol en la semifinal. La publicación realizada por la cuenta institucional del equipo de Belvedere recita la propia frase de Rodríguez -“Hay equipos capacitados para jugar estos partidos, y otros tal vez no”-, junto con una foto del plantel festejando con la copa en el Campeón del Siglo y, por si fuera poco, con su hinchada de fondo.
Los fanáticos de Peñarol, por su parte, expresaron su enorme malestar por haber echado el Torneo Apertura a la basura y haberse quedado con las manos vacías. Muchos parciales catalogaron este año como el peor de la historia del club y reclamaron medidas drásticas, como la expulsión de varios jugadores, así como de dirigentes. Carlos Bueno, figura conocida y exitosa del aurinegro, también se manifestó públicamente, sumándose a la crítica general: “Peñarol es huevo, corazón; hay que sudar la camiseta, ganársela. Déjense de autitos, vuelvan a las raíces”, exigió el ex jugador de la selección que, además, salió dos veces Campeón Uruguayo con el carbonero.
Sin embargo, entre tanta furia, hubo un jugador que recibió un trato diferente: Matías Arezo. El delantero y máximo goleador del carbonero en el año fue destacado por muchos hinchas como “el único jugador con sangre”. Incluso con la final por terminar, ya con un resultado irreversible, el Campeón del Siglo entero se rindió a sus pies y, a diferencia de lo que ocurrió con otros futbolistas, como Lucas Hernández, ovacionó su salida del campo de juego, en lo que probablemente fue su último partido disputado con la camiseta amarilla y negra.
Luego del partido, la publicación del Instagram oficial de Peñarol donde anuncia el amargo resultado sumó más de 2.800 comentarios. La gran mayoría contiene insultos, reclamos y descargos, con la rabia del hincha en su máximo esplendor. Sin embargo, el primer comentario que aparece, que fue el más apoyado con “me gusta”, es de un hincha que se limitó a escribir un conmovedor mensaje para Arezo.
“Muchas gracias por todo, Arezo. Si no fuera por vos y tus goles, no estaríamos en esta instancia.
Tu actitud con la camiseta no tiene precio; hiciste goles, defendiste, hiciste jugar, sacaste serpentinas, no te achicaste nunca ante nadie, pero sobre todo, y más importante, hiciste respetar la camiseta del glorioso Peñarol.
No es la despedida que nos hubiera gustado a nosotros, pero te vas muy querido por la gente de Peñarol, y espero que tengas el mayor de los éxitos en tu carrera y vernos nuevamente en un futuro. Las puertas de Peñarol siempre van a estar abiertas para vos, pibe. Éxitos nuevamente”, reza textualmente el comentario del fanático aurinegro.
Así termina la historia del Campeonato Uruguayo 2023, sin un punto medio entre la gloria y el fracaso. Con Liverpool como nuevo equipo que se sumó a la lista de campeones, con contundencia y un indiscutible merecimiento. Y con Peñarol que, tras quedarse sin nada, en contraste con una historia repleta de títulos y de hazañas, se ve sumido en una fuerte crisis deportiva y, acaso, institucional.
