Nacional no levanta cabeza. No pudo superar a MC Torque, apenas rescató un punto y se aleja cada vez más de la punta del Apertura. Jugando en casa, no consiguió ganar, y lleva cosechados dos empates y una derrota.

Sin embargo, fue absoluto el dominio tricolor en la primera mitad. El tricolor se mostró superior física, futbolística, anímica y tácticamente a una pálida expresión del “ciudadano”. Con presión alta, desarticuló y sometió a un incesante ataque a su rival, lo que se plasmó sobre todo por el sector izquierdo, a través del interesante tándem que construyeron Camilo Cándido y el colombiano Alex Castro. El gol se veía venir por todos lados. Y llegó gracias a la potencia del juvenil Franco Fagúndez, quien ganó por alto de espaldas, giró, picó y sacó un impresionante derechazo cruzado desde fuera del área que rompió el arco rival. Golazo, para marcar -y con justicia- la ventaja en el tanteador. Que incluso pudo ser más amplia: para ello, al albo le faltó simplemente precisión en el último pase. Es que en la cancha hubo un solo equipo.

Ocurre, a veces, que las segundas partes no son buenas. Porque tras su excelente primera mitad, el tricolor decayó en intensidad y mostró su peor cara: la defensiva. Un regalo, que incluyó a toda la línea final, le permitió a Diego Arismendi, sin marcas, empujar el balón a la red.

Empate inesperado, que, por cierto, cayó como un balde de agua fría. Y que le permitió a Torque crecer y encontrar su clásico juego de circulación, lo cual llenó de dudas y nervios al dueño de casa. Así se volvió de ida y vuelta el cotejo, con los dos equipos generando peligro sobre los arcos. Pudo ser del local, pudo ser de la visita, pero terminó en tablas. Y Nacional sigue sin encontrar consuelo.