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Nacional dio un paso atrás

El tricolor perdió 1:0 con Wanderers en el Parque Viera, dejó la punta del Clausura y no alcanzó el liderazgo de la Anual. El bohemio sorprendió y ganó con un gol del colombiano Juan Aguirre.




Diego Polenta y Matías Zunino, en la derrota tricolor en el Parque Viera.


21 octubre, 2021
Primera

El desencanto de Nacional contrastó con los abrazos de Wanderers que se sucedieron tras su resonante victoria en el Parque Viera, por 1 a 0. El tricolor lamentó la dimensión que significa haber resignado la punta del Clausura. Y también desaprovechó la oportunidad de alcanzar el liderazgo de la Anual. La derrota no disimuló su ineficacia en el comienzo, cuando insinuó protagonismo. Después, el albo cayó en el ritmo de su rival, que lo desarticuló con alta presión. El golero Martín Rodríguez, desde su presencia en el arco sustituyendo a Sergio Rochet –golpeado en la mano izquierda- fue exigido mucho más que el  titular. El equipo de Martín Ligüera sufrió por el costado defensivo izquierdo y luego, cuando acumuló delanteros, tampoco fue eficaz.

 

Leandro Fernández, Santiago Ramírez, Brian Ocampo y Andrés D’ Alessandro fueron las señales de la búsqueda del empate. Nacional se acercó en tres situaciones, una de Fernández, otra de Ocampo y la última de Bergessio, quien provocó la gran reacción del arquero De Arruabarrena. En esa segunda parte, puso toda la carne en el asador. Arriesgó y se expuso, concediendo tiempo y espacios, para la estocada fulminante que no llegó a instancias del VAR, que anuló un gol de Hernán Rivero. Ligüera reubicó a Matías Zunino en el lateral, debido a la lesión de Armando Méndez para acentuar la insistencia. Hubo una sucesión de emociones que reflejó el partido: de arco a arco, con tapadas de los goleros De Arruabarrena y de Martín Rodríguez en situaciones límites.

 

Wanderers festejó un triunfo fantástico por su valor para revivir en el Clausura y soñar con ingresar firmemente en zona de Copas. El bohemio sorprendió porque impuso su ritmo, caminó por  la cornisa y apeló a sus recursos más genuinos. La velocidad de Pais, asociado a Quagliata, y la potencia del argentino Hernán Rivero, dieron rédito al equipo, como ocurrió en el grito de gol del zaguero colombiano Juan Felipe Aguirre.

 

La fortaleza defensiva de los de Daniel Carreño también resultó determinante. Wanderers ratificó una máxima ante los grandes, desde la seguridad del arquero Ignacio De Arruabarrena hasta los defensas, que fueron auténticos bastiones del éxito. Y Nacional no encontró el camino, razón por la cual dio -y no es poco- un paso atrás.