Boston River, contundencia a la máxima expresión. Práctico y efectivo al cien por ciento.

El equipo de Ithurralde, ganó sin jugar bien. No fue de sus mejores presentaciones, no superó en el aspecto futbolístico a Cerrito, que pese a jugar con un hombre de menos desde el minuto 17 por la expulsión de Maximiliano Calzada, se las ingenió para jugar de igual a igual, e incluso por pasajes superar a su rival.

Clave resultó el ingreso de Cristian Olivera. Su velocidad fue la llave que abrió el cerrojo defensivo auriverde y quien provocó las jugadas de los dos primeros goles convertidos por Agustín Rodríguez. Conquistas que desplomaron a Cerrito y que aprovechó el “Sastre” para festejar la goleada con el tanto del argentino Alvaro López.

Boston River pegó duro.